viernes, 27 de mayo de 2011

Ruiz Mateos ¿Qué hago con toda esta leche?

- No sólo nos ha dejado tirado centenares de miles de litros de leche, sino que la inversión que realizamos hace tres años era para atender la demanda de sus fábricas

Decía un empresario al que los problemas financieros de la Nueva Rumasa les habían pasado por encima como un tsunami.

Un problema muy importante que se está dando actualmente es cuando las empresas pasan de producción plena a capacidad ociosa. Ya sea por regulación del mercado ó por la crisis.

- Los últimos datos de productividad unitaria son terribles. Me va a hacer una propuesta el director de operaciones a ver como la mejoramos.
- Olvídate ahora de la productividad y céntrate en los procesos del sistema. Cambia el chip

En empresas con exceso de capacidad, el análisis de los procesos es la herramienta más potente para que el coste del inventario no neutralice los beneficios.

- Deja de fabricar contra stock. No lo necesitas si te organizas. Estima tu demanda. Localiza tu cuello de botella y analiza si su capacidad cubre la demanda
- Lo tenemos claro son los tres equipos de bactofugación. Lo tuvimos que calcular cuando el jerezano triplicó sus pedidos. Que tiempos…

Lo primero y más importante es ajustar la producción del cuello de botella a la demanda y el resto de los procesos funcionarán al ritmo que este marque. Sin mirar, de momento, las rentabilidades.

- Dejar de trabajar contra stock me da miedo. Si tenemos pocos pedidos y encima nos retrasamos en las entregas….
- No te preocupes, crea unos pequeños colchones de seguridad delante de los cuellos de botella para que estos no paren. Además de estocar producto terminado al final del proceso pero todo en pequeñas cantidades. Así no habrá problemas en la entrega.

El ajustar el ritmo de producción a la demanda podría traer problemas de servicio ante cualquier contratiempo. Para evitarlo creamos unos buffers de seguridad en los puntos más problemáticos que son los cuellos de botella y el final de la cadena. Sin buffers en esos puntos, si se produce una parada no tendré capacidad de reacción.

- Bueno al menos, según parece, no voy a tener problemas en los plazos de entrega.
- Puedes ir a más. Haz de la necesidad, una virtud. Puedes acortar los plazos reduciendo el tamaño de los lotes. Diferénciate por plazo de entrega.

En las circunstancias descritas, una medida muy útil a tomar es reducir el tamaño de lote. Si bien bajaré la rentabilidad unitaria, pero traerá dos beneficios muy claros. Por un lado me permite acortar los plazos de entrega lo que me ayudará a diferenciarme por servicio y por otro facturaré antes y por tanto generaré antes liquidez.

En situaciones de exceso de capacidad debemos centrarnos en la rentabilidad de todo el sistema frente a las rentabilidades individuales. Más que nunca, los árboles no nos pueden impedir ver el bosque.

Debemos transformar la producción en un sistema pull en vez de sistema push. Es decir, que el mercado tire de la producción y no que la producción empuje el producto hacia el mercado.

Para ello nos centraremos en el cuello de botella del sistema. Además de hacerle trabajar al ritmo de la demanda, tenemos que preocuparnos que no se pare, crearle colchones de seguridad y cualquier decisión que le afecte estudiarla detenidamente para prever sus consecuencias. Ya sabemos que una hora perdida en el cuello de botella, es una hora perdida en todo el sistema.

- Yo además de todo lo que te he dicho no se me ocurre otra cosa. ¿Y a ti?
- Si. Comprarme un disfraz, buscarle y…. ¡Que te pego leche¡  Pero eso es otra historia.

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