- Las natillas desde luego no. Ahora
tres horas de consejo se me van a hacer eternas.
En una
sobremesa con mi amigo escuchamos esta curiosa conversación….
La elevación de la Productividad de un trabajador puede ser por acciones externas (cambios diseño de procesos, nueva maquinaria, ERP…) y por acciones internas.
Surge el concepto de Productividad Intrínseca
Si
quiero elevar mi Productividad por mí
mismo debo conocerme. Ya se decía en Grecia, conócete a ti mismo
(Gnosie seauton). Yo diría más,
estúdiate.
Debo
saber cuándo, cómo y dónde soy más
productivo. Y nadie mejor que nosotros mismos para analizarnos.
Identifica tus horas valle y punta (cuando)
es decir, cuando rindo más y cuando menos y si voy a más, que rindo más y que
rindo menos y a qué hora de la jornada laboral.
Salvo
los genios, el resto de los mortales podemos desarrollar la mayoría de las
capacidades y competencias según necesidades, eso sí con mayor o menor
facilidad. Potencia tus capacidades (como), entrenemos lo que necesitamos para hacernos más productivos.
No
nos lo pongamos difícil, adecua el
entorno para “que me sea fácil ser eficaz”
(donde). Esto engloba tanto el entorno físico de trabajo (mesa, luz,
decoración…) como el entorno anímico (relación con los compañeros, grado de
involucración, optimismo...)
- El tema
de usar post it para anotarte las reuniones un día te va a traer un problema.
Está
empíricamente demostrado: Todos rendimos más con Organización. Saber que voy a hacer y cuanto voy a tardar.
Utiliza
agenda (electrónica o física) y antes de terminar la jornada debemos dedicar 15 minutos a programar el día
siguiente. Todos sabemos que el día a día es un “modificador” de agendas,
pero hasta cierto punto. Si las tareas son largas es imprescindible fijar metas parciales. Con sus correspondientes plazos.
- Tú
ponencia la repasamos sobre la marcha, en el primer descanso. Es una chorrada…
- Hombre,
cambiar el sistema productivo y meter el just in time de dos fábricas yo no lo
llamaría una chorrada.
Es
muy importante no sólo programar la tarea, sino el tiempo que en principio le
voy a dedicar a cada actividad. Se trata de cubicar
el tiempo. Es imposible programar más de una
actividad (o trazar metas parciales) si no conozco lo que estimo que va a durar
cada una de ellas.
Toda
esta organización se viene al traste si no vamos cerrando temas. No empezaremos una tarea sin haber cerrado
la anterior. No nos convirtamos en un
“trabajador Windows” (muchas ventanas abiertas) o un “hombre orquesta” (tocando
varios instrumentos a la vez).
- No las tengo todas conmigo. Ni de la presentación ni de que los datos estén depurados.
- No me
extraña. Te metes en “todos los charcos”. ¿Qué hacer tú gestionándote los
viajes?
- Es que mi
secretaria Marta está hasta arriba y me da pena. Y algunos temas se los voy a
tener que dejar a Miguel. Para eso es el subdirector.
La
jornada laboral es como un gas. Tiende a expandirse tanto como la dejemos. Pues
sólo depende de nosotros que la jornada laboral no actúe como el Neón o el
Radón.
Enfoca todo tu trabajo a la obtención de
resultados (Más trabajo en
menos tiempo = Más Productividad)
En
primer lugar no hagamos más trabajo del
necesario: Elimina el trabajo innecesario
(más del 10% se podría evitar), huye del
perfeccionismo (KISSà Keep it Simple
Stupid), no hagas el trabajo de los demás (aprende a decir NO) y delega lo
delegable.
Y
nuestro trabajo hagámoslo de forma
eficiente: Trabaja a primeras horas los temas más complejos y los más
mecánicos a final de la jornada. Enlota trabajo similar (economías de escala).
Aprovecha esos “cuartos hora” muertos entre reuniones, esperas, aeropuertos… lo
notarás. Diferencia urgente frente a importante.
Pero sobre todo actúa: Aumenta tu ritmo de trabajo. Actívate. No olvides que
de todas formas tienes que hacerlo. No caigas en la “parálisis del análisis”.
Hay muchos que se pasan el tiempo pensando en lo que van a hacer y luego no
hacen nada. No tardes en actuar, no olvides que la intuición en muchas
ocasiones es buena consejera.
- Antes de
entrar tengo que revisar el correo. Tengo 117 sin leer. Sólo de hoy.
- A mí ya
sólo me copian cuando es imprescindible que esté informado.
- Esto se acabó.
Voy a cambiar los correos por reuniones. Así “gano” tiempo
Intenta controlar los
ladrones del tiempo. Siempre están al acecho y no tienen piedad
El teléfono
es el restador de tiempo más tradicional (eliminado el ya obsoleto correo
ordinario).
Para controlarlo
trata por teléfono sólo lo urgente. Y
siempre debes ir al grano (eso no
significa ser antipático). En muchas ocasiones es posible y recomendable el sustituir la llamada por un correo
electrónico conciso.
Apareció en nuestras
vidas el correo electrónico hace años y lo hemos mal utilizado.
Huye de copiar a
nadie innecesariamente (y evita que lo hagan contigo). No uses correos “sábana” (RV+RV+RV+…) porque obligar a leer
demasiado. Si es necesario resume para los nuevos “invitados”.
Se ha comprobado que,
en situaciones de carga de trabajo, a partir de 4/5 líneas se baja la atención
en la lectura, redacta correos breves
Respóndelos
lo antes posible.
No hagas de cuello de botella en gestiones de otros compañeros que dependen de
tu respuesta.
Si vas a tardar más
en redactarlo que en explicarlo por teléfono, cámbialo por una llamada.
Actualmente el campeón de los ladrones del tiempo son las reuniones. Su optimización da para mucho.
Pero en general, y
aplicando la lógica: Si alguien no va a portar algo que no vaya. Deben
estar preparadas por todos los asistentes. Definidas
en temas a tratar y tiempo del que se dispone. Ley básica a mayor número de asistentes mayor posibilidad
de improductividad de la reunión. Máximo 6/8 asistentes. Es interesante a
veces cuantificar el coste en horas frente
a la utilidad de la reunión.
Se ha incorporado un
nuevo ladrón y me temo que viene en forma: Redes sociales.
Cuidado: Invasión
silenciosa.
Nos quejamos
continuamente, y probablemente con razón, que no rendimos más (somos más
productivos) porque falla la ERP, el proceso es complicado, se cuelga el
ordenador, etc…. Pero pocas veces analizamos si nosotros trabajamos de forma
productiva.
La Productividad
Total es la suma de la Productividad Intrínseca más la Productividad Extrínseca. Y como toda suma hay que mejorar
los dos sumandos y uno de ellos sólo depende de nosotros.
Mientras
tomaban un licor de hierbas para “bajar la comida” comentaban…
- En vez de agenda voy a usar “rabillos de pasa”. Así no se me olvida nada.
Remedio de mi abuela
- Sí
claro. Pero mejor mete antes las pasas en aguardiente. Pero eso es otra
historia…
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